Seleccionar página

Hemos llegado a la última porción del libro de Shemoth (Éxodo). Esta porción detalla todo lo que fue hecho según la instrucción de nuestro maestro Moshé. ¡Qué bien se siente terminar un largo proyecto! Así se sintió Moshé al ver todo realizado para la gloria del Creador, alabado sea Su Nombre. Existen diferentes maneras de interpretar la Toráh y dentro de ese ámbito se encuentra el remez. Esto se refiere a las «pistas» que existen en la Toráh sobre eventos futuros. Por ejemplo, la vida de nuestro padre Ya’aqob es una pista de nuestra experiencia como pueblo en el exilio. También, la vida del Rey Dawid es una pista del Mashíaḥ, que venga pronto y en nuestros días. Esta porción tiene una pista que alude hacia el futuro. Para identificarlo, será necesario comparar y analizar el sueño que tuvo Nabucodonosor, rey de Babilonia (Daniel 2).

    Nótese los elementos utilizados en la construcción del Mishkán: oro, plata y cobre. Todo lo más sagrado está hecho de oro, como el arca, el candelabro, la mesa de los panes de la presencia y el altar de incienso. Las estacas para los pilares están hechas de plata. Finalmente, todos los utensilios y el altar para las ofrendas están hechos de cobre. Al analizar los elementos en la imagen que vió el rey de Babilonia, vemos los mismos. Daniel, el hombre querido, le explicó al rey que el oro representaba a Babilonia, la plata a Medo-Persia, el cobre a Grecia y el hierro a Roma. Abarbanel explica en su comentario que los pies de hierro y barro representan al cristianismo romano y el islam, respectivamente. 

    Es interesante notar que el Mishkán no incluye el elemento hierro. ¿Por qué? ¿Cuáles imperios aportaron a nuestro pueblo? Babilonia, representado por el oro permitió que los judíos establecieran sus academias, lugares de rezo y trabajar en lugares altos en el gobierno. De hecho, el judaísmo creció bastante en Babilonia. Por otro lado, Medo-Persia, representado por la plata fomentó un periodo de tolerancia después del incidente con Hamán, al tal punto que muchos se convirtieron al judaísmo. También, fue el rey Persa, Koresh, quien permitió a los judíos volver a Jerusalén para construir el Templo. Finalmente, Grecia, representado por el cobre, permitió que los judíos practicaran su fe libremente. Cada uno de los imperios mencionados aportó culturalmente al judaísmo. Sin embargo, Roma, representado por el hierro quiso destruir nuestra herencia. Destruyeron nuestro Templo, mataron a nuestros Sabios y nos exiliaron a los 4 confines del Mundo. Al no poder borrarnos del mapa, crearon su propia religión (cristianismo), apropiándose de nuestras escrituras con el fin de exterminarnos ideológicamente. 

    Este Shabbath es especial porque se llama «Sheqalim», cuando los hombres de 20 años de edad para arriba daban el medio sheqel para la construcción del Mishkán. Al dar este sheqel, fueron contados y fueron representados en la obra divina. Esto sirve como lección para nosotros de que debemos aportar algo a nuestro pueblo. Todos nos preguntamos, «¿Cómo seré recordado cuando muera?» Babilonia, Medo-Persa y Grecia, naciones no-judías aportaron a nuestra herencia. ¿Qué estás haciendo para el mismo fin?