Esta semana comenzamos un nuevo libro de la Toráh; Bemidbar (Números) que significa “en el desierto” en hebreo. El sefer Bemidbar comienza con un censo del pueblo. Este censo incluye a los hombres de 20 años en adelante, la edad apta para un soldado. Cada tribu tenía su príncipe, líder de miles y cientos, hasta cada minyán. Además, cada tribu de Israel tenía una insignia o bandera para representarla. ¿Cuál es la importancia de portar una insignia o bandera? Cargada desde siempre de un importante valor emotivo, la palabra “bandera” hace referencia no tan sólo a un objeto físico, hecho normalmente de tela, si no también a un sentimiento que trasciende lo concreto y que tiene por objetivo unir a personas con algo en común. La bandera es una de las insignias principales y más importantes de un país o región del planeta.
Durante una guerra, los soldados sienten orgullo y dignidad por su nación a través de su bandera. De hecho, cuando un país declara su independencia, lo hace poniendo a la bandera en alto para que todos tengan en mismo sentir. Actualmente, muchos judíos están sin orgullo, sin respeto y sin dignidad por sí mismos. ¿Qué le ha pasado a ellos? Lamentablemente, han perdido la visión y misión de ser judíos. Durante la época de la inquisición, el Haham Samuel Palaché z”l portaba una bandera en su barco cuando piratiaba en el Caribe encontra de los españoles. La insignia de su bandera fue llevada a Holanda y compartida por los judíos hispano-portugueses. Al ver el ave fénix, ellos tuvieron la esperanza de volver a resurgir durante una época devastadora.
En los últimos años, muchos sefaradíes nos hemos preguntado, “¿Qué pasa con los nuestros que no se ayudan así mismos?” La raíz del problema es que no hay una identidad establecida. Después de la segunda guerra mundial, los sefaradíes hemos tenido que educarnos en comunidades orientales y polacas. Para el colmo, cuando se establece el estado moderno en Israel, se utiliza una insignia que nunca fue utilizada por los judíos por voluntad propia. Trace A. Meyer dijo, “Debes saber de dónde viniste ayer, saber dónde estás hoy, para saber hacia dónde irás mañana”.
Que sea la voluntad del Cielo que podamos levantar al ave fénix en alto y ser faros para los nuestros.