BEMIDBAR 32:1-32:52
Imagina que estás en tu lecho de muerte y tus hijos están reunidos a tu alrededor. Hay tantas ideas que puedes transmitirles, y empiezas a cantar. Esto es precisamente lo que hace Moshe Rabbenu a”h. Canta una canción, para que los Hijos de Israel no la olviden. Quería impresionarlos con una canción de fuerte reprimenda y exhortación.
Muchas veces, los humanos buscan refugio en el Dio en momentos difíciles. Al pasar Yom HaKippurim, después de haber abierto nuestros corazones hacia los Cielos, estamos convencidos de que podemos conquistar el mundo. A medida que avanza el mes, comenzamos a sentir complacencia en nuestra justicia propia, y pronto nos olvidamos de todas las resoluciones y objetivos metafísicos que buscábamos para llevar a cabo a la cabeza de Rosh HaShanáh. A medida que nuestros hábitos toman fuerza, comenzamos a debilitarnos y nos damos por vencidos. En ese momento, comenzamos a sentirnos abandonados por nuestro Dio. Toda motivación se pierde y nuevamente aterrizamos. ¿Que pasó? La visión se perdió y la disciplina fracasó.
Las canciones activan los recuerdos. En las oraciones del shahrith y del arbith, recordamos yessi’ath missrayim no menos de 10 veces. En Shabbath y Rosh Ḥodesh acostumbramos cantar Az Yashir Moshe. En nuestra perasháh, Moshe Rabbenu canta para que podamos recordar que habrá altibajos en nuestras vidas individuales y como Nación. El mismo Dio que da la muerte es el mismo que da la vida. El mismo Dio que se reveló en grandeza y esplendor en el Sinaí, es el mismo Dio que se esconde en ciertos momentos de nuestra historia. No tiene sentido tratar de averiguar por qué actúa de esa manera. Somos Sus siervos y tenemos una responsabilidad para con Él y con la humanidad. Cuando nos enfrentamos con el racismo, la discriminación o para hacer lo que es correcto, nos corresponde como judíos defender los valores de la Toráh. No basta con no ser el opresor; Debemos simpatizar y empatizar con los oprimidos y darle una voz al que carece de una. Hakham DeSola Pool, a”h, el difunto ministro de Shearith Israel, declaró:
“El judaísmo siempre se ha aferrado a la visión del potencial ilimitado del hombre para el bien. Nunca ha abandonado la fe del salmista (8: 6) que el hombre puede ser poco menos que divino y coronado con gloria y majestad. Debido a esta enseñanza optimista del potencial humano, deseo permanecer judío.” (Why I am a Jew, pag 65)
La voluntad de HaGeburáh para el pueblo judío y para la humanidad es que encontremos una causa humanitaria y hacer algo al respecto. Haz una canción sobre esa misma causa. ¡Cántalo todos los días y todo el día y nunca lo olvides!
Que nuestras canciones estén llenas de melodía y armonía, para que otros se vean obligados a unirse.