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La perashioth de esta semana se titula “Behar-Behuqothay” (En el monte [Sinaí]). En estos capítulos ADONAY, alabado sea Su Nombre, establece las instrucciones sobre la shemitá (año sabático) y el yobel (año del jubileo). Al analizar los pasajes, es evidente que el privilegio de morar en la Tierra depende del cumplimiento de estos dos preceptos. «Ejecutad, pues, mis estatutos y guardad mis ordenanzas, y ponedlos por obra, y habitaréis en la tierra seguros». (25:18). En el sefer Yirmeyáhu, ADONAY, bendicho sea, dice, «Al cabo de siete años dejará cada uno a su hermano hebreo que le fuere vendido; le servirá seis años, y lo enviará libre; pero vuestros padres no me oyeron, ni inclinaron su oído…Por tanto, así ha dicho ADONAY: Vosotros no me habéis oído para promulgar cada uno libertad a su hermano, y cada uno a su compañero; he aquí que yo promulgo libertad, dice ADONAY, a la espada y a la pestilencia y al hambre; y os pondré por afrenta ante todos los reinos de la tierra» (34:14-17). 

He aquí el error que cometieron nuestros ancestros en la Tierra. Como resultado, fueron expulsados y llevados a Babilonia. Hace más de 2500 años que comenzó nuestro exilio. El pueblo hebreo ha vivido más tiempo fuera de la Tierra que dentro de ella. Nos hemos mudado a varias tierras y paises del mundo, subyugados por autoridades opresivas. De hecho, también hemos sido persiguidos en Ereṣ Israel por otros imperios, como Roma. En el Talmud Bablí encontramos que el Rabino Zerá estaba evitando ver al Rabino Yehudáh. Resulta que el primero quería subir a la Tierra pero el último decía, «Quien sube de Babilonia a la Tierra de Israel transgrede un mandamiento positivo». (Ketuboth 110b-111a). De aquí aprendemos que no hay obligación habitar en la Tierra bajo imperios ajenos. Por ende, esta es la razón por la cual el texto dice «habitaréis en la tierra seguros», entiéndase, como pueblo soberano. 

     Así como guardar el Shabbath es un ejercicio de emunáh, también lo es guardar el año sabático cada 7 años. El Cielo promete dar abundancia de comida hasta el año noveno del ciclo. Aún más, los hijos de Israel somos siervos del Dio bendicho, por lo tanto, no es lícito que uno de nosotros sirva al otro por más de 6 años. Para reforzar este principio, existe el precepto de liberar a los siervos el séptimo y quintésimo año. En la perashá mishpatim aprendimos:

         1. Está prohibido para el amo dar trabajos humillantes al siervo, como lavar los pies del amo.

         2. Si el siervo tenía alguna profesión o carrera antes de comenzar el servicio, está prohibido pedirle que haga labores fuera de su conocimiento.

         3. El amo está obligado a compartir de su comida. El amo debe dar lo mejor a su siervo.

Hay una relación entre el rescate de la Tierra en el año de jubileo y la redención final. La Toráh utiliza la palabra geulá para referirse al rescate de la Tierra en el jubileo.Si somos siervos del Dio viviente, ¿Cuánto más tiene El que cuidar de nosotros? Tres veces al día decimos «Suena el gran shofar para liberarnos y reunenos del exilio a nuestra Tierra». Los Sabios enseña que ese shofar (Yeshayahu 27) será tocado por el Mashíaḥ nuestra justicia. Todos los israelitas escucharán su voz…El espíritu de profecía vendrá sobre él para designar a cada hombre su herencia tribal. 

Sea la voluntad de ADONAY nuestro Dio que nos permita participar de la geulá (redención) final.

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