La perashá de esta semana comienza con la descripción de la pará adumáh (vaca roja). La Toráh especifica qué tipo de vaca roja es apta para la preparación de las «aguas de la separación.» Debe ser completamente roja y sin mancha, en la que un yugo no ha venido. Los Sabios dicen que el Rey Salomón fue capaz de explicar todos los mandamientos de la Toráh con la sabiduría dado por el Dio, con la excepción de este mandamiento. Este es realmente un ḥoq (estatuto), siendo que la lógica humana no puede explicar cómo las «aguas de la separación» purifican a las personas que han tocado los cadáveres, por otro lado, impurificando a la persona que la prepara. ¿Qué se puede aprender de este fenómeno? La vida está llena de paradojas y contradicciones y hay que aceptar todo lo que venga. Por otra parte, va a demostrar que Am Israel mantiene la Toráh y sus principios por obediencia y confianza en el Altísimo. ¿A qué se puede comparar esto? Un padre restringe a sus hijos de hacer las cosas que pueden aparentar como limitaciones desde la perspectiva de los niños. Sin embargo, el padre sabe bien lo que es mejor, ya que tiene experiencia de vida. Si esto es con un padre terrenal, ¿cuánto más con nuestro Padre Celestial, el Creador?
Aqui la Toráh da indicios de que la impureza por el contacto con los muertos debe ser tratada con cuidado. El mismo concepto es evidente en lo que respecta a la tum’ah (impureza ritual) que una mujer que está menstruando imparte a las personas en contacto con ella.
La perashá sigue con la muerte de Miriam, Aharón y de muchos israelitas rebeldes. Los Doctores de la Ley enseñan que el pecado es lo que trae la muerte y que antes de la muerte física viene la muerte espiritual. Rabán Gamaliel dijo una vez: «No es la serpiente que mata, sino el pecado», después de haber sobrevivido a la mordida de una serpiente. En este relato vemos como muchos israelitas murieron en el desierto por serpientes ardientes que les mordían, luego de lo cual Nuestro Maestro Moshé recibió la orden de hacer una imagen de una serpiente de cobre. ¿Por qué iba hacer una imagen de la misma cosa que trajo la muerte a la nación? Esto es para enseñarnos que para obtener la vida, debemos enfrentar aquello que nos está matando lentamente.
Las quejas que Am Israel llevó continuamente ante Moshé y Aharón les mató espiritualmente y finalmente, los llevó a la muerte física. El pecado por el cual ellos eran culpables fue acusar a ADONAY, bendito Sea, por traer su miserable condición sobre ellos mismos. Los psicólogos llaman a esto «proyección», como vimos anteriormente. Dicha proyección es uno de los medios utilizados por alguien que está sufriendo una crisis con el fin de sobrevivir. Nada podría estar más lejos de la verdad. Cuando se sobreviene una situación incómoda o circunstancia, nos corresponde tratar con ella sin culpar a otros. Así es como la verdadera curación viene. De lo contrario, hacemos frente a la muerte.
Que ADONAY nos dé el poder dentro de nosotros mismos para encontrar la sanidad para cualquier crisis por la cual estemos pasando.